La necesidad debería venir antes que la solución, ¿no?
Sin embargo, cuando emprendemos, solemos partir de un servicio o producto: primero lo diseñamos y luego buscamos clientes para este.
Al hacer así, muchas veces olvidamos que existe otra forma de emprender: pensar o buscar primero un grupo de personas o sector de mercado con el que nos resulte cómodo trabajar y examinar sus necesidades para luego diseñar un producto o servicio a juego.
¿Ha llegado la hora de cambiar el chip?
Deja una respuesta