Ni siquiera los ordenadores más potentes del mundo pueden realizar traducciones fieles en tiempo real y, sin embargo, los intérpretes lo hacen con facilidad.
Geoff Watts habla con los neurocientíficos en búsqueda de una explicación para esta extraordinaria capacidad.
Autor del artículo en inglés: Geoff Watts.
Una mañana de verano visité la oficina de las Naciones Unidas en Londres. La sede central de la Organización Marítima Internacional (OMI) se sitúa en la orilla sur del Támesis, a poca distancia aguas arriba de las cámaras del Parlamento británico.
Conforme iba acercándome, percibí que la proa de un barco, esculpida en metal, estaba inserta, como si de una nariz se tratara, en la planta baja de este edificio que de lo contrario hubiera parecido simplón.
Dentro me encontré con cerca de una docena de traductoras de la OMI. Estaban sonrientes y dicharacheras e iban mejor vestidas de lo que uno hubiera podido esperar tratándose de personas a las que se escucha, pero rara vez se ve. [Read more…]