Generalmente, se entiende escalabilidad como la capacidad de un sistema o proceso de realizar más o menos trabajo sin verse afectado en su buen funcionamiento. En un negocio, escalabilidad se refiere a la forma de crecimiento: a la capacidad de crecer (o decrecer) sin que ello afecte (demasiado) su funcionamiento.
Desde el punto de vista de la escalabilidad, existen dos opciones: escalable o no escalable. En esta entrada os explicaré por qué pienso que también tu negocio puede hacerse escalable.
En un negocio no escalable, el nivel de ventas es proporcional al nivel de costes, hablamos de un crecimiento proporcional.
El problema adicional de este tipo de negocio es el riesgo que supone el crecimiento. Si vendemos mucho más que antes, contratamos empleados, alquilamos un local mayor y adquirimos maquinaria. Luego, si unos meses (o años) después las ventas bajan un 30% estaremos pagando por una infraestructura y unos recursos humanos iguales que cuando vendíamos un 30% más (y aunque podamos cambiar de local, la ley no nos va a dejar despedir fácilmente a nadie).
Es el caso tradicional de la fábrica, el panadero, el músico que da conciertos, el maestro que da clases presenciales, la habitación de un hotel, etc.
En un negocio escalable, el coste es más o menos independiente de la cantidad de ventas, de modo que el crecimiento no es proporcional, sino exponencial. Es el caso de, por ejemplo, una aplicación o una película. A penas importa cuántas personas la vean o adquieran, la mayor inversión no es el ancho de banda ni el servidor del software, tampoco el soporte físico o ancho de banda para servir la película, sino la creación de ambas.
¿Las buenas noticias? Todos los negocios se pueden hacer escalables. (Y esto no solo lo digo yo: javiermegias.com/blog/2011/10/modelos-de-negocio-escalables).
- Se pueden hacer escalables mediante precios. En lugar de pedir 500 euros por cliente o venta, pides 50.000, ya has escalado. Esto es lo que hacen artistas, deportistas o profesionales de alto nivel.
- Se pueden escalar transformando o adaptando procedimientos de forma que puedan ser realizados por máquinas o aplicaciones, o que requieran mucho menos trabajo por parte de la persona.
- Si en sí no son escalables, se les puede añadir servicios tecnológicos (que no tengan que hacer personas). Van3 (una empresa de marketing online) puede vender cursos o libros sobre marketing online, Kurukan (una empresa que trabaja la madera) puede hacer lo mismo pero sobre carpintería, juguetes de madera o algo parecido.
- Otra opción para convertir un negocio que está funcionando bien en un negocio escalable es aprovechar la fórmula de la franquicia (aquí explican algunos puntos a tener en cuenta). Vendes el éxito que has tenido en tu negocio original a otros emprendedores que estén buscando una oportunidad de negocio. Esta es la fórmula que hemos usado en Mondo Agit para un crecimiento más escalable (franquicia Mondo Agit).
Así, por ejemplo, en el caso de Kurukan, la empresa que hace trabajos de madera:
La venta de objetos de madera de un catálogo sería perfectamente escalable. Primero se crea el diseño y luego se buscan proveedores que hagan bien el trabajo. Finalmente se les da internamente el último toque, se le añade el «ingrediente secreto». Ahí ya has escalado: con un empleado haces el trabajo que antes hacían 10. Creces en volumen de negocio, pero apenas en riesgo.
También se puede trabajar con patentes para proteger los diseños, así el proveedor puede hacerlo todo sin miedo a que te robe tu diseño (aunque no suele ser conveniente soltar toda la producción de la mano).
El trabajo de autor en una carpintería se puede escalar mediante precio: por lo que al principio se cobraba 100, ahora se cobra 500, mañana 1.000 y pasado 10.000, así hasta el infinito.
Cierro con algo que ya decía Javier Megías en su artículo sobre la escabilidad: Que un negocio no sea escalable no significa automáticamente que sea mal negocio, simplemente que el crecimiento será más lento.
Yolanda says
Hola Adrián, gracias por fijarte en Kurukan para tu entrada.
Si que la estandarización de los procesos de producción puede hacer que las horas por trabajador bajen, y sobre todo que haga posible que se dé respuesta a la demanda, pero me parece muy grande la proporción que comentas (un empleado, lo que hacía 10 …..uf, mucho me parece). Y no entiendo bien lo de aumentar el volumen de negocio y apenas el riesgo (porque a los nuevos fusteres les tienes que pagar ).
Un saludo,
Yolanda
Adrian says
Si estás trabajando con proveedores, es decir, con otros talleres de carpitería en la zona, no creo que sea difícil conseguir que te entreguen el trabajo lo suficientemente terminado como para que con un solo carpintero interno, empleado de tú empresa, puedas hacer el trabajo que antes habrías hecho con diez.
Si estás trabajando con otros talleres, no tienes absolutamente ningún riesgo. Si el día de mañana tienes menos pedidos, simplemente encargas menos trabajo a tus proveedores.
Imagínate que tu empleado tiene que dar el último toque al trabajo que otras carpinterías hacen. Si el día de mañana los pedidos caen, en lugar de dar ese último toque, puede encargarse de todo, o casi todo el trabajo de carpintería. Por eso digo que el riesgo es menor.
Yolanda says
Nada recomendable lo de las patentes, cuestan mucho y no te aseguran que no te lo copien, porque hacer uso de tus derechos en estos casos es tan caro como el resto de cosas en España con la ley. Y sobre todo porque si tu idea es buena, no quieren solo la idea si no todo el negocio (tu modelo de negocio), incluido tus clientes.
Pero sobre todo tener una patente no sirve de nada, si nadie te quiere comprar tus productos.
Adrian says
No soy partidario de las patentes, sin embargo, no estoy de acuerdo en que no sean eficaces, al menos en el ámbito occidental (también en España). Usar algo patentado por otro puede fácilmente suponer la ruina de cualquier empresa pequeña o mediana.
Yo no crearía una patente hasta no ver si hay interés por mi producto. Sin embargo, si tengo un negocio de carpintería que funciona y voy en serio, lo más seguro es que en algún momento tenga que planteármelo, si no quiero que otra empresa lo patente primero y yo ya no pueda seguir usando mi diseño.
Creo que las patentes es un gasto muy a tener en cuenta en un negocio así.
Aquí tienes precios por patentar que he encontrado, desde 800 euros: http://www.oepm.es/es/propiedad_industrial/preguntas_frecuentes/FaqInvenciones28.html
Ale says
Gracias!
Me ayudó mucho. Tengo una parte de mi negocio que si es escalable y la que no lo es la voy a escalar mediante precio.
Un saludo