¿Se puede usar la vagancia como camino hacia un día a día más organizado y unos procesos de trabajo más efectivos?
Yo creo que sí.
Existen dos tipos de vagos, los que son capaces de pensar a largo plazo y los que no. Si tienes en tu empresa un empleado del primer tipo o tú mismo eres así, enhorabuena.
Ya desde la escuela nos dicen que hay que esforzarse, que el truco está en trabajar duro y así lograremos alcanzar lo que queramos.
Pues bien, no estoy del todo de acuerdo.
Si quieres tener éxito, no puedes desperdiciar tus recursos en tareas que no merecen la pena, tienes que centrarte en hacer lo que nadie puede hacer en tu lugar (ninguna máquina, ni una mejor planificación), y en mejorar más y más. Cuando tienes una mala disposición a hacer trabajo duro, tu cerebro se pone a buscar soluciones y busca atajos. Si unes eso a una personalidad responsable, tienes una mezcla ganadora.
Así, cuando, por ejemplo, tengas la opción de copiar todos tus contactos uno a uno en ese email que tienes que enviar, ¿por qué no paras un momento y planificas?
Se vago, pero con vistas al futuro. piensa en que si inviertes 30 minutos más, te podrás ahorrar la próxima vez las dos horas que te cuesta copiar y pegar todos tus contactos para enviarles esa invitación a un evento o felicitación navideña.
¿Que lo que quieres es personalizar el mensaje? Se vago, usa un CRM. Introduce los nombres de tus contactos importantes y la próxima vez podrás enviar el mensaje personalizado sin invertir horas y horas en escribir los nombres de cada persona.
Como alguien me decía de pequeño:
Si no quieres trabajar con la cabeza, tendrás que trabajar con las piernas. Clic para tuitearNo podría estar más de acuerdo.
Ahora te toca a ti, ¿qué herramientas usas en tu día a día para trabajar más eficientemente?
Por mi parte, te dejo un directorio con aplicaciones que te permiten automatizar todo tipo de procesos, es un recurso increíble: zapier.com
LM Pousa says
Trabajo menos que los autores de los diálogos del cine mudo. Pero hay científicos que dicen que somos vagos por naturaleza, que nuestro cerebro lo es.